quinta-feira, 23 de abril de 2009

Pequenos contos (espanhol)


El taller de cuentos


Un día, cuando estaba en la universidad buscando qué materia nueva haría el próximo semestre, mi novia me dió la idea de hacer un taller de cuentos. “Claro, a ti te gusta escribir, y además será bueno para que entiendas mejor lo que es un cuento”. Puedo deciros que en realidad aún no sé lo que es un cuento. Es decir, sabemos que es un relato breve, que trata apenas de un suceso, que normalmente tiene un final sorprendente o por lo menos inesperado, sabemos que no pasa de media hora de lectura compenetrada, enfin, ¡un cuento es un cuento!
En las primeras clases me llamó la atención la descontracción con la que el tema era abordado, la disposición con que las personas actuaban frente al fenómeno “cuento”. Hoy, después de haber pasado algunos meses tratando acerca del tema, me doy cuenta de que el cuento es una actividad inerente al espíritu humano; contamos cuentos a nuestros niños para hacerlos dormir, en el bar (al conversar con nuestros amigos siempre tenemos un nuevo cuento que contar), el folclore está repleto de cuentos y literaturas que tratan únicamente del asunto, etc.
La realidad que encontré en el mundo de los cuentos me hizo escribirlos tomando siempre el punto de vista crítico y mi visión panorámica. La seriedad entró en mi camino y los símbolos pasaron a ser cada vez más comunes en mi escritura. Creo que también me favorece mi buen humor – o por lo menos mi predisposición a él – haciendo que los relatos adquieran una atmósfera, ¿cómo diría...? relajada.
Pero lo que nos interesa en esta crítica es saber sobre cómo hemos adoptado la idea de la asignatura “Taller de Cuentos”. Creo que las consideraciones por parte de la profesora fueron justas y directas a jusgar adónde queríamos llegar que, supongo, era la producción textual en lengua española.
Muy bién. Pero... ¿dónde quedó la gran tradición oral brasileña de contar los cuentos? Quiero decir, habiendo tantos buenos cuentistas populares en el Brasil cotidiano ¿por qué no aprovechar ese talento natural para, en algunas clases, trabajar con el cuento oral espontáneo e improvisado en lengua española? No creo que fuese mala idea.
Siempre aproveché las sugerencias y las correcciones de la orientadora. Las oí y pensé al respecto. Algunas veces pensé que no había logrado ser comprendido, lo que me llevó a pensar que el error está, normalmente, en el escritor, y no en el lector. Muchas veces no estube de acuerdo con los cambios que me fueron propuestos y por varias veces los ignoré. Pero muchos otros fueron aceptados, repensados y corregidos.
Los siguientes textos fueron las producciones hechas en aquél curso que me atrajo, en un primer momento y me apasionó, en el siguiente. Los textos entán dispuestos de manera que no siguen un orden cronológico. A medida en que las propuestas eran hechas, la producción textual se desarrollaba de forma paralela a los temas abordados. Lo que me llevó a barajarlos fue la necesidad de organizar un trabajo homógeno descondiderando la cuestión cronológica.






Félix

Cuando era joven conocí a un niño que se llamaba Félix. Un día Félix abrió sus brazos. Los agitó y comenzó a volar. Voló, voló y voló hasta perderse de vista.



Encuentro

Pasaba distraída por el verde central de la avenida. Al alzar sus ojos vítreos por entre las gafas diseñó una sonrisa encerrada en ellas. Luego, la siguieron los dientes que se dieron a lucir, trayendo consigo un pequeño agujerito en su mejilla. Dejó caer la cabeza suavemente hacia un costado. Por un instante se detuvo y luego entró en el coche de su novio.



Mitología

Hicieron un círculo entre las tres mientras conversaban esperando el colectivo. Se pararon en una triangulación perfecta. Al mismo tiempo, un tipo escribía frenéticamente aprovechando el momento en que el autobús se detenía ante las chicas. Las tres ninfas estarían en su historia y ella sería escrita dentro de los pocos segundos que separan el detenerse, y el volver a andar de un autobús.



Sueños

Cuando pequeña pensaba que las nubes eran hechas de algodón y no de agua. Al crecer, pensó que su pañuelo sería arrojado al varón y devuelto en una gran boda. En el momento que se enamoró, pensó que para siempre sería feliz. Por motivo del nacimiento de su hijo, creyó que sería una mujer realizada. ¡Qué feliz había sido! Vivió creyendo fielmente en todos esos sueños.



El arte de la fuga

El violín era melodioso y el contrabajo trazaba un contrapunto perfecto. Se podría haber dicho que no habría otros músicos en el escenario además de ellos. En el cuarto compás de un Allegro, ambos músicos, violinista y bajista, salieron en disparada por entre las butacas, despidiéndose del espectáculo.




Mal entendido (Insectos I)

Un hombre siente un toque en su hombro que lo hace volverse hacia atrás. Luego, siente una gran picazón en la parte inferior de la nuca. Casi al instante, se da cuenta de que el primer topón es ahora un segundo golpe, y le da la cara enfurecida a su oponente. Al mismo tiempo cae una oruga en el asiento lateral, arrojada por el segundo manotazo. A aquella altura, el hombre se enoja con el chico que le ha sacado el insecto de encima.



Reglas

Las nuevas reglas para redactar reglas son tres:

1_ No repetir nunca una regla
2_ Nunca repetir una regla



Insectos II

Su cliente no apareció como de costumbre, así que tendría una hora más en su agenda para descansar. Juntó sus pocas cosas en los bolsillos de sus pantalones y se echó a la calle. Pensó en buscar por un lugar diferente al que visitaba habitualmente, pero al atravesar la calle se dio cuenta de que se dirigía al preciso lugar donde come todos los días. Allí echó una mirada a la carta que anunciaba los deliciosos emparedados que escogía día tras día. Hoy sería la vez del queso y del jamón. Pagó por el sándwich y por la gaseosa antes de servírselos. Ya a la mesa, sacó su móvil del bolsillo izquierdo y lo dejó sobre la mesa como que mirándolo, para que no se le fueran las horas ni las llamadas. Al lado del teléfono posicionó cuidadosamente su personal estéreo y se puso los auriculares. Escuchó los primeros acordes de Sargent Pepper Lonely Hearts Club Band, “el mejor disco de todos los tiempos”, pensó. Mientras la música danzaba en sus oídos devoraba su bocadillo y su bebida. Cuando terminó su merienda, una abeja curiosa desvendaba el insólito líquido dentro del vaso de plástico. El hombre de negocios ahora detenía su atención en las formas diminutas de aquél insecto que, para él, tenían una dimensión cósmica. Las pequeñas rayitas que llevaba en su abdomen contrastaban las negras con las naranjas, y los pequeños pelitos de sus patitas eran semejantes a los del tórax, con excepción a sus colores. Las alas eran enormes en relación al cuerpecito y parecía imposible que telas tan delicadas y transparentes hicieran volar a aquel insecto, obviamente, dadas las debidas proporciones. Entonces el negociante decidió acercarse más a su objeto de observación. Medio segundo después de fijarse en las segmentaciones de sus antenitas la pequeña abeja abrió sus alitas y voló.


2 comentários:

Adielo disse...

Primo! Gracias por dejar tu saludos en mi blog. En realidad de todo lo que estoy haciendo en este momento y mucho de lo que aprendi fue gracias a músicos como tu y carlos. Te admiro de mas Primo. Recuerdas "El do no tiene ninguno, el sol tiene uno, dps tiene el re... nos vamos todo otra vez" ♪♪♪ ...

Para que te voy a dar mis direcciones si en el blog que visitaste salen todos mis links.

Espero estes de lo mejor y Super cada dia junto a tu familia. Besitos a tus hijitas (lumita y manu), y un gran saludo a Poliana.

Suerte primo... que estes bien.
ah! Se me olvidaba, Me gusto mucho lo de las reglas =)

Joanna disse...

Atualiza, Hector
coloque aqui umas letras suas, please!
quero ler!

um beijo
jo

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